Hoy ha sido uno de esos días en los que todo lo que podía salir mal salió mal, y lo que no también falló, uno de aquellos días en los que deseas sinceramente despertar y decir que fue un mal sueño. Sin duda alguna pisar las tumbas de los muertos trae mala suerte, no puedo creer todo lo que pasó hoy.
La parte aparentemente buena fue la tarde chelera en mi bar de cabecera, los cubos, donde hoy sólo tomé un tarro y una pequeña (y miren que ya le estoy bajando) porque le prometí a Alfonso que ya no haría eso, y de hecho ahora me siento culpable por ello, he tomado y le había dicho alfonso que no volvería a hacerlo, no hay duda, soy una mala persona.
como si romper mis votos no fuera suficiente, ahora sé que también he ofendido a la única persona que no quisiera ofender de modo alguno, con mis mensajes insolentes y mis desplantes de una depresión que no cede por más que lo intenté; el médico dijo que era cuestión de vitaminas, no es cierto, he vomitado las vitaminas porque nada de lo que dijo puede ser cierto.
Tan sólo es que ¿cuándo te veré? "... no sé..." No sabemos si hay vida en el espacio, no sabemos si Marilyn fue asesinada, no sabemos si el gobernante ama al pueblo al que debería saber, no lo sé.
Así que, no sé, y ahora lo he molestado con mis impertinencias telefónicas, al grado que Isabel tuvo que guardar mi celular en su bolsa, y Ana me ofreció con toda delicadeza el cigarro que no me pude fumar porque se quedó encerrado, junto con mis lápices y ganas de hacer algo, en el locker de la facultad.
Tal vez ya no sé comportarme, tal vez estoy contagiando el miedo que le tengo a todo lo que viene detrás de los siguientes meses, no sé...
En momentos como este quisiera meterme en la cama y dormir, y no despertar hasta que la luz dejara de lastimar.
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