Thursday, December 13, 2007

Acuña para siempre...

Quería honrar a Manuel Acuña en el aniversario de su muerte, el día se me pasó por completo: 8 de diciembre. fue 1873, cuando fallecío a los veinticuatro años, ingiriendo cianuero de potasio, dicen que por mor y despecho de la que no pudo tener, Rosario, a quien dedicó un Nocturno que al día de hoy se ha convertido en un clásico de la poesía mexicana, y que define perfectamente el sentir de muchos que hemos sidono correspondido:

Pues bien, yo necesito
decirte que te adoro
decirte que te quiero
con todo el corazón
que es mucho lo sufro
que es mucho lo que lloro
y al grito en que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi única ilusión


También nos legó, producto de la muerte de su padre, aquellas eternas líneas referentes a la muerte, en Ante un Cadaver:

Círculo es la existencia y mal hacemos
al querer asignarle la tumba y el sepulcro por extremos


No puedo decir de donde lo tomé, no puedo decir que edición se trataba, porque estas líneas están presentes en todos los tratados de poesía mexicana, están presentes en cada catorce de febrero, en cada website gótico y amante de la muerte y la tragedia, y están presentes desde que puedo recordar poesía alguna,

más ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡Adiós por vez última
amor de mis amores
la luz de mis tinieblas
la esencia de mis flores
mi lira de poeta
mi juventud adiós!

1 comment:

Dorian said...

Y sí, trágico el poeta maldito mexicano, pero en ese mismo Nocturno dice:


VII
¡Qué hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma,
los dos un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Dios!

¡La madre en medio!
¡Pero, qué repugnante! no cortó su cordón umbilical, así hasta se entiende el despecho de Rosario.