Thorns...

Si los que se bautizan en las iglesias cristianas nacen a la luz, entonces yo Nací a la oscuridad bajo el signo de la luna... y de una canción

EStoy escuchando "Thorns" de Left Hand Solution, y los acordes me llevan a las primeras eras de principios de siglo, cuando todo empezó, porque han de saber que no nací en ropas negras como Huitzilopochtli en armadura, sino que el ropaje negro lo he ido ganando poco a poco, con sudor y lágrimas, mucho sudor, dado el clima.
Tenía quince o tal vez recientes los dieciseis, alguien vino a mi con la idea del dark, jóvenes serios vestidos de oscuro que gustaban de la depresión, la cultura y el terror. Al momento dije "yo soy uno de ellos", claro, no tenía ni la más remota idea de lo que significaba e implicaba esa declaración, pero fue ahí cuando la senda se abrío, y sin más nací a la oscuridad escuchando a Santa Sabina y su dulce "Olvido" faro de esperanza oscura en mi vida llena de nu metal proporcionado por aquella babel gringa llamada MTV.
De ahí siguió mi búsqueda por senderos alternos al camino principal, búsqueda que llegué a compartir con Laura, fraternizante de la secundaria, ser que me acompañó inocentemente a compar a los catorce o quince un libro de magia roja que impresionó a la vendedora y por un momento nos ilusionó a nosotros.
Pero no fue aquello, no fue sino una recopilación de dos discos, DEath is just the beginnig IV la que terminó por sentar las bases de esa búsqueda de voces guturales y cantos de sirenas europeas y pálidas.
Y entre todas esas desconocidas y radiantes obras que incluían desde darkseed hasta messuga, desde therion hasta dissection e incluso benediction y autum leaves, pero fue entre todas esas piezas, Thorns la que me conquistó, convirtiendose así en el primer gran éxito oscuro en el hit parade de mi cuarto de dos metros cuadrados.
Se han ido los días, bandas van y vienen, las disqueras presentaron a evanescence y the rasmus como la dosis de gótico que todo niño pop requiere en su vida, sin duda he encontrado muchas otras canciones que han significado mucho en mi vida, pero entre todas ellas se mantiene, como la flor en mi pavimento, una mujer que recorre el mundo vestida de blanco, recordada por Marianne: Thorns, la primera gran canción que gocé bajo en signo de la luna.