La vida sigue recobrando su forma, poco a poco la niebla se disipa y puedo comenzar a decir que tengo una rutina.
El trabajo ha sido aburrido, aunque de repente pasa veloz, y creanme, tantas llamadas he hecho que ya detesto marcarle a alguien en casa. Paralelo a esto me topo, para variar, que quedo fuera del mundo común, todos son psicólogos y yo no, dicen que no importa, algo aprenderé, bueno, al menos ya he desquitado todas las palabras que no he dicho en días.
Me he dado el lujo de no enfrentarme a la desidia, bueno, si lo he hecho, pero con mesura, afortunadamente he podido hacerme un lugar en la televisión, local, estaba pensando en ello, sería de risa loca que alguien me reconociera, pero tengo planes, tengo propuestas, tal vez puedo ser, después de todo y a pesar de las protestas de todos, quien realmente quise ser.
Mi madre ha expresado su indignación hacia mi "trabajo", ella quiere algo de mi área, el diseño, el problema aquí: no hay donde hacer diseño. Mi padre por su lado fantasea aun más, está convencido de que soy comunista, o antorchista o algo así, jajajajajajajaja, nada más lejano a la verdad, he descubierto, que como la gran mayoría de personas me indigno con las incoherencias de los payasos llamados políticos, y como la gran mayoría, he descubierto que no me apasiona, porque me parece que es tan sólo una maraña de compadrazgos y juicios internos, la izquierda verdadera no existe según yo. He leído a Bakunin, he leído a Marx, no he leído a más, me basta saber que la esperanza de algo mejor no muere pero tampoco encuentra en que sostenerse.
Y finalmente Lord Marduk aparecio telefónicamente, y quienes hablaron conmigo se dieron cuenta de la enorme diferencia que provocó en mí saber que seguía existiendo, soy feliz, a pesar de que no hay futuro y si distancia, si hemos permanecido dos años sin habernos olvidado, ¿se perderá la unión con el tiempo?, ¿será el destino? Por un momento me sentí mal porque no pude salir con él, ¿habrá tiempo adelante? me preocupa que se aburra y se marche, y ahora sólo pido ser quien quise ser, porque eso incluye, casi inconscientemente, estar con él.
Señor, agradezco que lo hayas puesto en mi camino, agradezco mi trabajo, mi paga y mis días de ocio, las tardes de lluvia y los edificios donde casi no hay ruido, agradezco las botas negras, los cafés con los amigos, las risas con los hermanos y al tipo que me llama para decirme cosas sucias al oído.
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