Ayer por fin, después de mucho tiempo, esfuerzo y monedas perdidas me compré mi libro de Sissi, bueno, compré el ficticio diario de Ángeles Caso, basado en la vida de Elizabeth, aunque en realidad hubiera querido adquirir Vals Negro de Ana Maria Moix, pero ni modo, no vivo en la peninsula Ibérica; además debo afirmar, es una suerte haber encontrado ese libro en aquella modesta libreria Cristal, y tan barato además, tomando en cuenta lo que cuestan otras biografías reales, como las de Maximiliano y Carlota.
Ja, quise pasar la noche leyendo, cosa que no se pudo, me dormí con el libro entre las manos (maldita cabeza), pero me sentí tan triste por ella, o con ella, no lo sé, no creí que un diario falso pudiera lograr eso... el día triste, el libro triste, la librería triste, Sissi triste, yo triste, todo triste, triste vida...
"No sé qué me ocurre... Intento sonreír, como hacen todos a mi alrededor, exhibiendo el orgullo, pero es sólo una mueca lo que sale de mis labios. Paso las noches en vela, recordando los ojos llorosos de Helena, la agria voz de la archiduquesa, las miradas burlonas de las damas, la dulce sonrisa del emperador, y sintiendo miedo, tanto miedo que querría desaparecer...
Luego, en la mañana, el mundo es negro y frío."
Supongo que este es el punto de la literatura, es asombroso que yo pueda sentir lo mismo que sintió una emperatriz...
Ja, pero en medio de todo me siento feliz con mi libro... y la película de Marie Antoniette... estoy muy royal ahora... sólo me falta investigar lo del principe mexicano, porque según yo todavía existe alguien que trae consigo el título de Principe de México...
2 comments:
Sí: hay un mexicano con título nobiliario; fue famoso porque competía sin ningún éxito en las olimpiadas de invierno: el príncipe Hubertus Von Hohenlohe (http://es.wikipedia.org/wiki/Hubertus_Von_Hohenlohe)
http://www.eluniversal.com.mx/estilos/49887.html
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