Friday, July 14, 2006

ACHAQUES


Jhjkhjk hggh fhfghgnl,nhjlhnhjn fghnkn,kj, así se escribe desesperación…

I have lost the will to live, simply nothing more to give
There is nothing more for me...
(Cliff Burton)

Mi imagen no volvió a ser tan perfecta como ese día, por primera vez hubiera podido perder la eternidad en un instante, jamás tal imagen se había visto reflejada en el espejo, era yo, como quería ser yo.
Arropada en negro, cabello largo y nítidas ojeras, tal y como hubiera sido hace cien o trescientos años. La media luz más calmada que he visto en mi vida, el autobús vació mostrándome tal y como soy en el mundo exterior, recluida al final, en el rincón sombrío donde las señoras no bajan porque tienen miedo de caer y los hombre se empeñan en buscar para demostrar lo fuertes que son.
Nunca más volví a hallarme en ese autobús, me subí muchas veces, muchos viernes, la misma hora, pero nada se comparó a esa imagen en el espejo retrovisor, el tiempo pasa, el autobús no llega, no habrá otro autobús igual, otro momento de perfección mental, tan sólo queda lo que veo en el otro espejo, a mí, en la realidad.
Dicen que tengo aspecto de vieja, tal vez se debe a mi asombrosa capacidad para no escuchar a los demás, o tal vez mi afán de vestirme como las viudas de antaño, o pudiera ser que se deba a mi edad, es posible, aunque no la veo, veo esas delgadas líneas bajo mis ojos y no lo creo, no pueden ser arrugas, alguien más está en el espejo.
Creí que aun tenía quince años, me miro en el espejo y soy la misma persona que jugaba a cortarse con tijeras de costura, la misma nariz y la misma boca, pero algo ha cambiado, un color diferente en la piel, y la misma pregunta todos los días: ¿estás enferma?
Ya nada queda de los días nublados en el centro, caminatas amenizadas con música y ropa de terciopelo, charlas sobre conciertos y miradas desde los puentes peatonales.
Me sorprende mi cabello, creí que era negro pero ya no lo es, pequeños filos blancos se asoman entre la espesa mata desaliñada; ya que importa, dejémoslo crecer. Dejemos la blancura devorar a la oscuridad como el día a la noche y la noche al día.
Supongo que ahora me obsesiona el tiempo, por eso siempre odie los relojes, piik así se oye mi cabeza golpeando contra el teclado, es hora de dormir, ya no hay que decir.

vm,vvbmnvmnv,mkghkljkjñldfñbgkkgkblkgkvbkv, así se escribe aburrimiento.

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