Friday, March 26, 2010

Pseudoreflexión LIX

Hoy es uno de esos días en que siento que todo lo malo y estúpido me pasa a mí ¿por qué? ¿por qué yo? ¿será? ¿dios no me ama y el diablo me odia?

Sunday, March 21, 2010

Y...

los pollitos dicen "pio, pio, pio"
cuando tienen hambre
cuando tienen frío

y me aterra la idea de tener 25 años
y la idea de ser señora
y la idea de ser yo quien proteja al bebé de la bruja
y los festivales de Día de las Madres en la escuela
y la idea de no beber cerveza en todo el año
y no poder tomar coca porque el bebé no duerme
y no poder dormir hasta tarde
y tener que bautizar al bebé por la iglesia católica
y tener que mentirle al sacerdote en la confesión
y decir el credo

pero será...

jajajaja....

tengo un seguidor y no sabía... gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Pseudoreflexión LIX

Vladimir se pone enorme día a día y cada vez me cuesta más cargarlo, tiene casi cuatro meses, ya habla cuando está contento, frunce el ceño cuando se enoja y según mi familia duerme como una persona mayor (aunque yo no entiendo por que dicen eso).
Estoy indecisa ante un problema bastante grave, aunque de hecho no es un problema, ni tampoco es grave, pero va a influir fuertemente en la vida de Vlad. ¿Debo buscar a su "padre"?
Lo pongo entre paréntesis porque un padre debe preocuparse por su hijo pero él no lo ha hecho, sabiendo que existe y que "quedó" en venir.
La historia fue así: lo conocí allá por el 2006, y fue simplemente una casualidad, al igual que las siguientes veces que lo vi, no fue sino hasta el 2008 que comenzó nuestra "historia" y justamente cuando ya me había convencido de no querer volver a verlo ocurrió la inesperada naúsea que me llevó a sospechar lo que más me temía (y que en efecto pasó).
Llegué a los tres meses de embarazo sin decirle palabra, no porque no quisiera sino porque simplemente no sabía donde o como buscarlo ( y hoy tampoco sé). Para ser honestos le anuncié el embarazo por mensaje de texto, y aunque al día siguiente le hablé y él dijo que iría a verme jamás fue, y yo no pude comunicarme con él porque estúpidamente aquel mismo día perdí el celular. No volví a saber de él hasta los siete meses de embarazo cuando de casualidad me topé con él en el centro, como si hubieran pasado sólo un par de semanas me preguntó "¿qué onda contigo?" y en ese momento supe que no sólo no le importaba, sino que no iba a hacer nada al respecto, volvio a anotar mi teléfono en su brazo pero nunca llamó.
A veces pienso en eso y me enojo, porque yo tuve que cambiarlo todo y él quedó libre; a veces me entristece, porque habrá alguien junto a mí que como yo no pudo tener una familia como la de los comerciales de cereal; a veces digo que todavía queda tiempo, y tal vez pase algo que lo resuelva todo; y a veces simplemente digo que no me importa, si ya viví así cuatro meses y casi nueve de gestación yo sola siempre puedo seguir haciéndolo igual.
No quiero que Vlad me reclame mañana por no haber peleado por él, pero no sé, no sé si vale la pena buscar a alguien así...
Me mantiene una idea, cada quien ha de obtener lo que optó por sembrar...